¿Qué tienen en común la agricultura y el reciclaje de plásticos y cómo contribuyen a ello los sistemas de separación de STEINERT?

Wilken Plastics Energy GmbH comenzó con el reciclaje de plásticos en 2009. Este proyecto, iniciado como un nicho, se expandió rápidamente y creció más allá del emplazamiento provisional. Tan solo dos años después se empezó la nueva construcción y el traslado a la sede actual de la empresa en Haren (Ems). Para la tecnología de separación, la empresa eligió la UniSort Film EVO 5.0 de STEINERT. Actualmente, ya se ha planificado la cuarta línea de reciclaje.

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Cuando el abuelo del actual director general del Grupo Wilken, Bernhard Wilken, se hizo cargo de la granja familiar en 1930, nadie hablaba de reciclaje. «Hay muchas similitudes: la materia prima entra por un lado y el producto sale por otro. Las recetas para transformar la materia prima en el proceso, así como la tecnología de maquinaria utilizada, son similares. Al fin y al cabo, fabricamos forraje para los recicladores», explica Wilken describiendo su empresa.

Tecnología de separación STEINERT versátil para la máxima flexibilidad

La materia prima de la que habla Wilken son envases ligeros como plástico duro de polietileno (PE) o láminas de polipropileno (PP) de los principales proveedores de servicios medioambientales de toda Europa. En este caso, la receta de Wilken es un proceso de cuatro etapas: trituración, separación, lavado y secado, para generar escamas de poliolefina (PO) listas para refundir. En este sentido, a causa de la volatilidad del mercado, para Wilken es muy importante la flexibilidad: «Actualmente, separamos PP, PE y, recientemente, poliolefinas mixtas (MPO). Pero esto puede cambiar en cualquier momento, según la situación del mercado». Para garantizar esta flexibilidad, Wilken apuesta por la tecnología de separación de STEINERT. El sistema de separación equipado con una combinación de sensores (NIR) de infrarrojo cercano de color UniSort Film EVO 5.0 no solo permite la detección de una gran variedad de materiales y la distinción de diferentes clases de plástico, sino que una innovadora cubierta de cinta con corriente de aire dirigida permite separar materiales 3D y 2D de modo que ni siquiera las fracciones de lámina pesadas suponen un problema.

Éxito como agricultor y como reciclador

El Grupo Wilken está formado por seis divisiones corporativas. La particularidad es que estos distintos ámbitos están estrechamente interrelacionados y se apoyan mutuamente: la agricultura abastece a la granja avícola y los restos de la granja son la piedra angular de la propia planta de biogás, cuya energía térmica se utiliza para el secado de las escamas de plástico. El lema es «Autosuficiencia sin el uso superfluo de recursos externos». Por eso no es de extrañar que el techo de la nave de producción esté dotado de una instalación fotovoltaica que genera la electricidad para el proceso de reciclaje de plásticos. «A corto plazo, también está previsto instalar una turbina eólica de 3 megavatios para que podamos ser completamente autosuficientes y llevar a cabo el reciclaje de plásticos utilizando únicamente energías renovables».

Los plásticos de Wilken superan los requisitos más exigentes

A pesar de que ya ofrece una alta calidad, Wilken sigue optimizando continuamente su proceso y las líneas de reciclaje. «Seguimos aprendiendo», comenta Wilken, mientras cada lote se comprueba en el propio laboratorio de la empresa, se toman en serio todas las reclamaciones y se aprovechan todas las oportunidades para hablar con los especialistas sobre el potencial y las nuevas tecnologías. Y es que el próximo proyecto para una instalación de separación ya está fijado: la atención se centra en los plásticos negros, que Wilken quiere procesar con la máxima calidad para sus exigentes clientes.  Lo que también tiene claro es que volverá a comprar directamente al fabricante: «Por supuesto, hice comparaciones antes de la compra. Sin embargo, con STEINERT tuve la sensación de que me entendían mejor. Se trata de la típica empresa familiar de tamaño medio. Por eso me llevo muy bien con ellos».

Sobre Steinert

La historia de STEINERT se remonta a hace más de 130 años: la empresa familiar con sede en Colonia es uno de los principales expertos mundiales en clasificación por sensores y separación magnética para el reciclado de residuos y metales, así como para la minería. Con 450 empleados, STEINERT genera una facturación anual de aproximadamente 180 millones de euros. Además de 50 asociaciones comerciales y empresas conjuntas en todo el mundo, la empresa tiene filiales en Alemania, Australia, Brasil y Estados Unidos.

Contacto para la prensa

Marianne Grub

Director de marketing