Son tiempos de cambios para las entidades explotadoras de plantas de separación: a partir de 2019 el Gobierno federal reclamará cuotas superiores de reciclaje aplicando una normativa sobre embalajes más estricta y una normativa sobre residuos industriales más rigurosa. Al mismo tiempo se agota la opción de recuperación en China, por lo menos para materiales reciclables con impurezas. El grupo empresarial STEINERT, especialista en tecnología magnética y por sensores, está preparado para atender las necesidades de sus clientes. STEINERT presenta soluciones de vanguardia para la separación en la IFAT 2018, la feria líder mundial de gestión del agua, aguas residuales, residuos y materias primas, que se celebra del 14 al 18 de mayo en Múnich.
Para contener el ascenso de la inundación de plásticos, el Gobierno federal alemán promulgó la normativa sobre embalajes ya en 1991. Aquí se obliga a los fabricantes que ponen en circulación los envases de plástico a financiar el sistema dual. De esta forma, las empresas de gestión de residuos pueden separar plásticos del contenedor amarillo por fracciones de materiales, retornando una parte al reciclaje e incinerando la otra. Han sido ya siete veces las que el Gobierno federal alemán ha adaptado la normativa sobre embalajes a la legislación actual de la UE y a los retos medioambientales. Para el 1 de enero de 2019 la auténtica adaptación estará lista para su despegue y supondrá que la cuota de reciclaje de envases de plástico debe pasar del 36 % actual hasta alcanzar el 63 % en 2022. Y es que con la marcha triunfal del comercio online, la invasión del plástico es simplemente excesiva.
Para las entidades explotadoras de plantas de separación este endurecimiento de la ley supone un reto. En el futuro, las plantas deberán separar los componentes de plástico a una escala drásticamente mayor, para lo cual no están preparadas. Es el caso de los films de PE y PP que hasta ahora terminaban en gran parte siendo incinerados. Varias empresas de gestión de residuos ya han anunciado que construirán nuevas plantas de separación. «STEINERT dispone en su cartera tanto de separadores mediante imanes como mediante sensores a fin de atender las necesidades de estas empresas con tecnologías de vanguardia y que puedan cumplir con el aumento de las cuotas de reciclaje que la nueva normativa sobre embalajes exige», señala Hendrik Beel, Gerente del grupo STEINERT.
Que no cunda el pánico: un túnel de estabilización impide que los plásticos films cambien de posición sobre la cinta de aceleración
Los plásticos films de PVC, los biofilms, y los de uso agrícola tienen algo pérfido en común: cuesta mucho separarlos mecánicamente. Son tan ligeros que se elevan de la cinta transportadora de la planta de separación, vuelan de un lado a otro y a duras penas se pueden detectar con el sistema de cámara de forma fiable. Resulta tan desesperante que muchos centros de separación optan por ajustar la velocidad de la cinta muy por debajo de los estándares de 2,8 metros por segundo, mermando el rendimiento y, por lo tanto, la rentabilidad de la planta de separación.
STEINERT ha ideado una solución para este problema: el separador UniSort Film. Por encima de su cinta transportadora se ha montado un túnel de estabilización, lo que se conoce como sistema Active Object Control (AOC). El túnel genera una suave corriente de aire, justo lo suficiente como para mantener los plásticos films sobre la cinta y mantenerlos en su posición. De esta forma las empresas de gestión de residuos pueden operar con velocidades de cinta de hasta 5 metros por segundo y aumentar el rendimiento de la separación.
¿Y de qué forma distingue el equipo los diferentes tipos de plásticos? Aquí es donde entra en juego la unidad de detección UniSort PR. Una luz ilumina la cinta transportadora. Un sistema de cámara de infrarrojo cercano (NIR) analiza la luz reflejada. El software de STEINERT analiza el espectro de esta luz y detecta así el tipo de plástico. Esta cámara es más eficaz que muchos de los sistemas de la competencia. «Trabajamos con una cámara lineal que explora 320 puntos de imagen al mismo tiempo en todo el ancho de la cinta», explica Beel. «Esto supera en mucho los sistemas clásicos que en la exploración tienen cámaras que van saltando de un punto a otro. Con nuestra tecnología NIR, el usuario puede separar varias toneladas de plásticos por hora de forma completamente automática, logrando una tasa de éxito que alcanza el 99 %». De esta forma, se generan productos puros con una calidad que permite considerar que las ventas a China sean de nuevo una previsión realista.
UniSort Black: por primera vez las entidades explotadoras de la planta pueden extraer los plásticos negros
Hasta ahora, los plásticos negros terminaban en gran parte siendo incinerados en la fracción resto porque no se pueden detectar ni siquiera con cámaras NIR con fiabilidad. Y es que el negro de humo empleado para ennegrecer el material absorbe la radiación electromagnética en la gama de longitudes de onda visible e infrarroja. La máquina en sí es ciega. En vista del aumento que experimentan las cuotas de reciclaje, cada vez es más apremiante poder separar también los plásticos negros.
Por eso, STEINERT ha desarrollado UniSort Black, un separador que funciona con la llamada tecnología de imagen hiperespectral HSI (Hyperspectral Imaging). «Con ayuda de la resolución espectral, especialmente elevada, la cámara también puede detectar objetos negros, que pueden resultar invisibles para los sistemas NIR clásicos», explica Beel, experto en reciclaje. «Los usuarios del equipo pueden extraer así los plásticos negros selectivamente». De este modo, pueden cumplir con las cuotas más rigurosas de la nueva normativa sobre embalajes. «También se pueden fabricar granulados puros y valorizables para el reciclaje y posterior reventa. Esto permite amortizar la inversión en el equipo en muy poco tiempo».
La nueva normativa alemana de residuos comerciales (GewAbfV) aumenta la presión para las empresas explotadoras de plantas de separación
Pero no solo la normativa sobre embalajes es más rigurosa. La normativa alemana de residuos comerciales ya se endureció a partir del 1 de agosto de 2017. Para aumentar el reciclaje de aquellos materiales reciclables que se esconden en los residuos comerciales y en los escombros de construcción y de demolición, el Gobierno federal ha redefinido los requisitos técnicos para las plantas de separación. Las empresas de gestión de residuos deberán haber reequipado sus instalaciones antes del 1 de enero de 2019, a fin de poder retirar plásticos, madera, metales y vidrio de la mezcla de residuos con la mayor precisión, efectuar una separación pura e incorporarlos al reciclaje. La nueva cuota de separación se sitúa en el 85 %, y de aquí la cuota de reciclaje alcanza el 30 %. Para lograr estos objetivos, el sistema de separación mediante NIR de STEINERT cuenta con UniSort PR. Y durante las jornadas prácticas VDMA, en el exterior del recinto ferial IFAT, la empresa presenta una solución modular pensada, por ejemplo, para las compañías de procesamiento de madera usada que quieran cumplir con lo dispuesto en la GewAbfV: un desarrollo innovador de un separador móvil de metales no férricos y férricos. El equipo móvil separa hierro y metales no férricos al inicio del proceso. Es flexible y se puede utilizar sin licencia de obras.
«Aún hay muchas empresas que no están preparadas para cumplir estos requisitos tan rigurosos», comenta Beel. Además, se trata de aumentar las expectativas de venta en un mercado mundial. «China, que en el pasado fue uno de los mayores consumidores de chatarra, ha reducido drásticamente sus cuotas de importación, y restringe constantemente el porcentaje tolerado de contaminantes. Las empresas explotadoras de plantas de separación, que efectúan una separación pura, logran así una ventaja frente a la competencia».
Separación pura de metales: un factor de éxito para empresas de tratamiento de metales
En el tratamiento de metales, STEINERT apuesta por dos factores: pureza y tratamiento de fracciones finas. Los ingenieros trabajan en lograr una separación por profundidad cada vez mayor combinando diferentes sensores, y no solo desde que China redujera su cuota de importación para productos mezclados. Por ejemplo, con el separador con multi-sensores STEINERT KSS se puede efectuar la separación pura de metales. Es una plataforma en la cual se utilizan diferentes sensores: para la detección en 3D, del color y por inducción. Asimismo, el sistema está dotado de un cuarto sensor (sensor de infrarrojo cercano, sensor de transmisión de rayos X o sensor de fluorescencia de rayos X). El sensor de rayos X permite la separación de metales pesados de una fracción ligera del metal (p. ej., aluminio). Si se complementa con la detección en 3D, se logra incluso segregar por aleaciones. El software de detección desarrollado por STEINERT se presenta prometedor: los expertos en programación dedicaron grandes esfuerzos a la capacidad de ampliación futura mediante nuevos algoritmos de detección.
Para depositar asequiblemente las fracciones finas, que, por ejemplo, se aspiran con separadores neumáticos, en el vertedero, se dispone del separador de metales no férricos STEINERT EddyC® FINES para el reciclaje de metales. Se trata de un separador con una precisión de ajuste del vértice de separación, que permite recuperar metales no férricos incluso a partir de residuos finos, con una granulometría de hasta 0,5 milímetros. El modelo UniSort Flake C de STEINERT también opera en el rango de finos y ahorra en costes de vertedero al poder separar la fracción extraída del separador de metales no férricos en función del color. De esta forma, UniSort Flake C puede detectar diferencias cromáticas y separar, por ejemplo, cobre (todas las tonalidades de rojo) y, después, las diferentes escalas de grises, como del zinc y plomo.
Nuevas normativas RAL más rigurosas sobre fertilizantes procedentes de biorresiduos
En 2018 las empresas se enfrentan al desafío de fabricar fertilizantes y abonos a base de biorresiduos. Habrá llegado entonces el momento de que sus productos se promocionen con el sello de calidad RAL para compost (RAL-G2-251). Esta es una certificación voluntaria concedida por la Asociación de Calidad Federal de Compost (BGK), que fue certificada por el Instituto Alemán de Aseguramiento de Calidad y Señalización. Hasta el momento, impone a los fabricantes que en un litro de sustancia fresca se pueden detectar como máximo 25 centímetros cuadrados de impurezas. Con fecha 1 de julio de 2018 este valor se reducirá a 15 centímetros cuadrados. Las entidades explotadoras de plantas de compostaje tienen que recurrir entonces a plantas de separación más potentes que nunca, que segreguen las impurezas cada vez mayores de los biorresiduos. Con tecnologías como en el separador UniSort de STEINERT se logran cuotas de hasta un 99 %, con rendimientos de hasta diez toneladas por hora.