Los dos pesos pesados del sector han desarrollado conjuntamente un nuevo separador de metales no férricos para material fino. Su vértice separador se puede ajustar milimétricamente, de forma que los metales no férricos (aluminio, cobre, zinc, etc.) se pueden segregar de un modo aún más satisfactorio. Simultáneamente, el novedoso concepto de mantenimiento es tan genial que un cambio de cinta se puede llevar a cabo en 10 minutos. El uso de un dispositivo de elevación y media jornada de parada pertenecen así al pasado.
Separadores de metales no férricos para diferentes materiales con granulado fino
Para poder seguir creciendo, Galloo inició en 2013 los primeros estudios para una extracción aún más eficaz del metal no férrico en el material con granulado fino. Con este requisito Galloo se puso en contacto con los ingenieros de STEINERT a fin de desarrollar un concepto flexible de maquinaria para tres materiales entrantes diferentes: residuos de fragmentadora (ASR), escorias de incineración y chatarra electrónica.
Lo peculiar: el material tiene una granulometría de 0,5-10 mm, especialmente fino. Se trataba de lograr que tres materiales diferentes puedan recorrer la instalación con flexibilidad, sin hacer concesiones a la cuota de separación. El objetivo era seguir mejorando la separación de metales no férricos en la fracción fina y, simultáneamente, simplificar el funcionamiento y mantenimiento en esta aplicación.
En STEINERT se iniciaron los trabajos para solucionar esta tarea. La descarga se adaptó a las condiciones de la instalación y se desarrolló un vértice separador que es capaz de hacer frente a las tres diferentes finuras de los materiales: los precisos ajustes del engranaje del separador permiten una aproximación al material a unos pocos milímetros y segregar así también las partículas minúsculas. En la actualidad, los equipos están funcionando en Galloo en dos turnos, unas 16 horas al día. «Ahora incluso compramos material entrante de Alemania, Dinamarca e Inglaterra ya que la instalación opera con mucha estabilidad», señala Luc Waignein, responsable de I+D de Galloo.
Con STEINERT EddyC FINES solo se necesitan diez minutos para cambiar una cinta
Después de la correcta puesta en marcha en Galloo, el equipo de Desarrollo y Diseño de STEINERT trabaja en otras características especialmente concebidas para el rango de finos. Asistimos al nacimiento del nuevo STEINERT EddyC FINES con una genial estructura de bastidor en voladizo para un cambio rápido de la cinta. En 10 minutos ya estará efectuado el cambio, lo que permite una mayor flexibilidad en la elección de una cinta que mejore el rendimiento. «A menudo, las empresas pierden medio día para cambiar la cinta en el separador por corrientes de Foucault. Además se necesitan incluso tres personas y dispositivos de elevación», explica el Dr. Nico Schmalbein, Director Técnico de STEINERT. Con STEINERT EddyC FINES se puede prescindir de todos estos gastos. Gracias a una estructura de bastidor en voladizo perfeccionada, el cambio de cinta se puede llevar a cabo en apenas diez minutos, sin equipos pesados que requieran mucho espacio. Para hacerlo, basta con dos personas y un par de herramientas . Para Galloo esta manipulación tan sencilla resulta toda una ventaja. «Ahora cuando cambiamos cintas necesitamos menos personal y los tiempos de inactividad también son inferiores», añade Waignein.
STEINERT EddyC FINES en Bélgica en funcionamiento
Al mismo tiempo, Galloo construye un nuevo proyecto de instalación, donde exclusivamente se recuperan metales no férricos de escorias de incineración. En las cenizas se esconde hasta un 6 % de hierro y un 3 % de metales no férricos. Pero con un tamaño de 0,5-4 milímetros, las partículas son especialmente finas. Debido a las buenas experiencias recopiladas, Galloo apuesta por el nuevo desarrollo de STEINERT: el STEINERT EddyC FINES.
Vértice separador ajustable de forma flexible
En la nueva instalación, la separación del contenido metálico en la fracción fina de las escorias de incineración requiere una precisión de ajuste muy exacta del divisor del vértice. «El divisor del vértice se puede ajustar al milímetro en tres ejes diferentes con un engranaje y adaptarse con aún más exactitud a las parábolas de caída de los diferentes materiales. En caso de darse la correspondiente ampliación, sigue existiendo la posibilidad de aproximarse a los puntos prescritos de la parábola de caída si así se programara», explica Schmalbein. «En combinación con los tambores magnéticos, regulables sin escalonamiento y excéntricos, se pueden obtener unos resultados excelentes de separación».
Este perfeccionamiento ha resultado rentable para Galloo. «Con el nuevo sistema separamos al año tantas toneladas de escorias de incineración que ya se aprecian pequeñas mejoras en las cuotas de separación a nivel financiero. Básicamente reciclamos aluminio, cobre, zinc, latón y algunos metales preciosos como oro y plata», explica Waignein. Y no solo se valorizan los metales segregados, sino también la mezcla de minerales restante, limpia de metales.
Único en el mercado hasta el momento: el sistema de polos excéntrico del tambor de polos gira a 4.000 r.p.m. en un ancho máximo de trabajo de 2 m
El sistema de polos magnéticos de rotación rápida del separador de metales no férricos induce corrientes de Foucault en los metales no férricos que se desplazan a lo largo del recorrido de la cinta. Debido al campo magnético opuesto generado, se producen efectos de repulsión que permiten descartar el producto no férrico del flujo de materiales. Un vértice separador en la parábola de caída lleva a cabo la separación del producto no férrico del flujo de material restante. «Para poder reaccionar a los materiales entrantes diferentes, hemos diseñado el divisor del vértice con un ajuste flexible. Anteriormente se analizaron las características de trayectoria de diversos materiales y se elaboraron los ajustes oportunos», informa Jochen Schäfer, Ingeniero de Diseño de STEINERT. «El separador se puede adaptar a las curvaturas de trayectoria específicas para las diferentes tareas de separación».
«Con un ancho de cinta transportadora de dos metros, es un modelo único en el mercado hasta el momento», señala Karl Hoffmann, Key Account Manager de STEINERT. Incluso las partículas minúsculas, inferiores a un milímetro, se activan para su separación debido a la alta frecuencia del cambio de polos.
Los socios colaboradores están preparados para el futuro
Waignein está entusiasmado con su colaboración con STEINERT. «Hace diez años existían solo equipos estándares en el mercado. Era imposible pensar en una adaptación especial a nuestras necesidades. Por eso estamos más que encantados de haber podido desarrollar un sistema conjuntamente con STEINERT que cumpla exactamente nuestros requisitos».
La historia común de Galloo y STEINERT se remonta muy atrás, al año 1985. Fue entonces cuando la empresa de reciclaje adquirió el primer separador de metales no férricos. «Desde entonces estamos convencidos de la calidad ofertada. Las máquinas funcionan y siguen funcionando, algunas ya desde hace 15 años, y apenas generan costes por mantenimiento», señala Waignein. «Existen máquinas en el mercado que parecen interesantes a nivel de rentabilidad. Pero a nosotros no nos aporta nada que funcionen solo un año con fiabilidad y después provoquen costosos tiempos de inactividad». En la actualidad la mayoría de separadores de metales no férricos e imanes empleados en Galloo los suministra el especialista en separación de Colonia.
Para STEINERT, Galloo es un cliente especial porque lleva 31 años aportando una valiosa retroalimentación para los ingenieros del departamento de Desarrollo y Diseño. «Por eso, también al llevar a cabo el perfeccionamiento del vértice separador en 2016 decidimos recabar la información de Galloo a partir de sus experiencias prácticas. Las enormes cantidades de material con granulado fino supusieron una gran motivación para solventar esta tarea y generar una alta rentabilidad para nuestros clientes», señala Hoffmann. El resultado es un sistema que separa materiales finos con una fiabilidad y rentabilidad aún mayores. Hoffmann está convencido: «Gracias a nuestra continua colaboración con clientes como Galloo y el trabajo constante en investigación y desarrollo somos un socio competente y fiable para el diseño de soluciones rentables de separación y clasificación».
Puede visualizar un vídeo sobre el cambio de cinta, el nuevo vértice separador y el uso del equipo en condiciones reales de trabajo en: www.steinertglobal.com
STEINERT EddyC FINES
Aplicaciones: separación de metales no férricos (aluminio, cobre, latón, etc.) en el rango de tamaños de 0,5-10 mm
- Escorias de incineración (cenizas procedentes de la incineración de residuos)
- Residuos de fragmentadora (ASR)
- Chatarra electrónica
- Escamas de PET
- Escorias salinas de aluminio
- Ajuste con precisión milimétrica del separador
- Sencillo cambio de cinta viable en unos 10 minutos
- Imán: permanente (neodimio-hierro, boro NdFeB N52), sistema magnético de rotación de alta frecuencia
- El sistema magnético de rotación de alta frecuencia con imanes de neodimio (sistema magnético excéntrico especial) genera un potente campo magnético por corrientes de Foucault. Debido al campo por corrientes de Foucault se desvían los metales no férricos del flujo de materiales y se separan.
- Velocidad del rotor magnético: entre 2.610 y 4.000 r.p.m.
- Ancho de trabajo: 1000, 1500, 2000 mm
- Velocidad de la cinta: 1-2,5 m/s
Acerca de STEINERT
La historia de la empresa STEINERT se remonta a 128 años atrás: fundada en 1889 en Colonia, la empresa familiar se ha convertido en una compañía líder a nivel mundial en el sector de la separación mediante imanes y mediante sensores. Con una plantilla de 300 trabajadores, STEINERT logra una facturación anual de unos 100 millones de euros. Junto con 50 alianzas comerciales y empresas conjuntas cuenta con filiales en Australia, Brasil, Japón, EEUU., Sudáfrica y Alemania.
Acerca de Galloo
En la localidad belga de Menen, una ciudad de 32.000 habitantes, 100 kilómetros al oeste de Bruselas, se ubica la sede central de Galloo, una empresa de reciclaje fundada en 1939. Desde entonces, la compañía se ha transformado en una de las mayores empresas de reciclaje de Europa, con 40 plantas en Bélgica, Francia y Países Bajos, una plantilla de 600 personas y una facturación anual de 550 millones de euros. El rendimiento de reciclaje es impresionante: anualmente Galloo obtiene 1,4 millones de toneladas de metales férricos. A esto se añaden 150.000 toneladas de metales no férricos como el aluminio, cobre, zinc, así como aleaciones como latón y 60.000 toneladas de metales no férricos de escorias de incineración. Galloo exporta estos materiales por todo el mundo. El hierro se envía a acerías en Turquía, Alemania, Bélgica y Francia. El aluminio y el cobre se envía a plantas de fundición, en Taiwán e Italia entre otros.